Se habla constantemente de lo importante que es generar objetivos a largo, mediano y corto plazo. Pero ¿por qué es tan importante?. Precisamente eso es lo que hablaremos en este artículo y te explicaremos cómo puede generar un antes y un después en tu camino de emprendedor. Poder visualizar a ese "digno ideal", esa persona en la que te gustaría convertirte, que despierta una especie de admiración y no es otro que tú mismo, te facilitará el recorrido y te mantendrá firme en tu decisión de alcanzar lo que tú quieras. 

"Tu verdadero propósito en la vida es desarrollarte a ti mismo. Para hacer esto exitosamente debes estar trabajando hacia una meta" Bob Proctor

Imagina que te estás vistiendo para acudir a un espectáculo donde te vas a encontrar con algunas personas muy importantes. Habrá una cena y después baile. Quieres dejar a esas personas con una buena impresión de ti. Lo más probable es que no asistirás a este espectáculo sin prestar atención a tu apariencia física, la ropa adecuada, buen aseo personal, etc. y que incluso cuidarás la actitud mental que tendrás, la manera en que hablas, lo que dices y lo que callas. Los detalles de tu preparación son importantes. Lo mismo sucede con tus objetivos. Trazar los pasos a seguir, la actitud mental, la visualización de ese logro es tan importante como prepararte para ir a esa cena donde esperas conseguir contactos o financiamiento para tu proyecto. 

Por esta razón es que en este artículo te dejamos una serie de preguntas que son necesarias que respondas en la tranquilidad de tu hogar, y prestes atención a cada punto para saber en definitiva cuál es el camino correcto a seguir para llegar a tu objetivo. 

Algunos de los primeros ejercicios pueden parecer triviales, sin embargo son vitales en el sentido de que estarás construyendo tu realidad sobre ellos.

1. Si alguien cercano a ti o una persona que pasa por la calle te pregunta "¿Cuál es tu objetivo?" ¿Qué responderías? ¿Tienes objetivos? ¿Los tienes escritos? 

2. Existen objetivos que son tus deseos, lo que realmente quieres. ¿Qué quieres realmente? ¿Qué es aquello que te encantaría ser, hacer o tener aunque puedas sentir - por una u otra razón - que de algún modo está más allá de tu alcance en este momento?

Permítete dejar tu imaginación volar, fantasea. Crea una lista con tus deseos tanto personales como profesionales. Es muy importante que cuando empieces con el proceso de imaginarte a ti mismo teniendo o siendo eso que deseas, no dediques ni un poco de energía mental a cómo se va a materializar tu objetivo. No te preocupes por el "de dónde va a venir el dinero", el tiempo o la ayuda que puedas necesitar. 

De cada una de estas listas de deseos, selecciona uno que quieras más que nada. Es esencial elegir algo especial, algo a lo que te sientas muy atraído personalmente y que sea relevante para ti. Debes quererlo - debes quererlo realmente, con todo tu ser, con toda tu alma. Es también importante que los deseos que elijas estén en armonía. No deben “tirar de ti” en direcciones opuestas, toda tu energía mental debe estar puesta en la construcción de la imagen de aquello que deseas. Empieza a pensar en estos deseos como una imagen en tu mente. Escribe sobre estos deseos como si ya existiesen en tu vida en este momento. Has de verte a ti mismo en posesión de aquello que deseas.

Ahora bien para ejercitar tu facultad creativa (tu imaginación) empiezas construyendo una fantasía. Empiezas a jugar mentalmente con esa fantasía hasta que llega un momento en que te la empiezas a tomar en serio. En ese momento pasas de usar tu imaginación a usar tu facultad de razonamiento, otra de tus facultades intelectuales, y comienzas a construir la idea con mayor claridad. Es en este momento cuando la imagen se convierte en una teoría en tu mente consciente. Ahora, antes de que la teoría se pueda convertir en objetivo, has de hacerte dos preguntas. La primera es “¿Soy capaz de hacer esto?” Cuando tomamos en consideración las dos únicas fuentes de referencia a las que podemos acudir, ciencia y teología, indican claramente respecto al potencial humano que es infinito, la respuesta a esta primera pregunta no puede ser sino un rotundo SÍ. La segunda pregunta es algo diferente. Es “¿Estoy dispuesto?" "¿Estoy dispuesto a hacer cuanto sea necesario para hacer que la imagen en mi mente se manifieste físicamente en mi vida?” Cuando nuestra respuesta a esa pregunta es SÍ, la teoría se convierte inmediatamente en objetivo, y cuando tu objetivo es entregado al subconsciente universal, las leyes universales intervienen, y la primera ley - transmutación perpetua de energía - toma el control, y tu objetivo empieza a traducirse en forma física, contigo y a través de ti. Hace que cambie tu comportamiento y al mismo tiempo empieza a atraer hacia ti todo cuanto pueda ser necesario para la manifestación de tu imagen, y así, tu teoría se convierte en hecho. De este modo quedan cubiertos las tres etapas de la creación - Fantasía, Teoría y Hecho. Este es el modo en que todo ha sido logrado.

Escribe 6 acciones que puedes realizar en este momento para moverte hacia tu objetivo personal y profesional, siempre priorizando estos pasos en el orden en el que los llevarás a cabo. Lleva tu tarjeta en tu cartera, bolso o bolsillo. Al pensar en los objetivos que has establecido cada mañana, varias veces durante el día y cada noche, empiezas a moverte hacia ellos y a atraerlos hacia ti.

Lograrás poder verte a ti mismo en la pantalla de tu mente, en posesión del objetivo, y será algo que vas a desear con todas tus fuerzas. Recuerda, la imagen que mantienes en tu mente con más frecuencia se expresará finalmente en forma física o circunstancia.

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